“Estamos en una agonía”

Este mediodía, la Fundación El Libro convocó a una conferencia de prensa para explicar el estado de situación del sector ante la suspensión del Programa ATP.

“La medida afecta a toda la cadena del libro, desde la creación hasta la llegada de los libros a las manos del público” presentó María Teresa Carbano, Presidenta de la FEL.

Martín Gremmelspacher, Presidente de la CAL informó que el sector comenzó la pandemia en muy malas condiciones, que empeoraron desde marzo hasta hoy. Hoy los trabajadores afectados por el programa son unos 10 mil, que en promedio percibían 20 mil pesos.

“Múchísimas familias dependen del libro” indicó Rodolfo Reyna Presidente de la Cámara Argentina de Publicaciones (CAP) para graficar la cantidad de trabajadores del sector, que se estima en 10 mil. “Hay menos clientes, menos librerías, todo está reducido” explicó en un pasaje de la conferencia.

En relación a las librerías, José Roza, de FALPA, agregó que la facturación es, en promedio, un 20% de lo que era un año atrás. En las grandes ciudades, los locales se concentran en las avenidas de mayor circulación, donde los alquileres aumentaron considerablemente. Y en el interior del país, muchas librerías se sostenían con la organización de las ferias locales, este año todas suspendidas. “Esta medida nos agarra muy debilitados, venimos tomando créditos que hoy debemos refinanciar”, explicó, y definió: “estamos en un estado límite, en una agonía”.

Con respecto al paliativo de las ventas online, María Teresa Carbano explicó que siguen siendo un porcentaje muy bajo del total trabajado por las librerías. A esto hay que sumar que ante la suspensión de las clases presenciales no hubo temporada de textos, una fuerte entrada de ingresos para las librerías.

Sobre los sectores afectados dentro de la industria del libro, Hugo Cejas, consejero de la FEL, explicó que abarca a todos los eslabones de la cadena de comercialización.

Por parte de la industria gráfica, Juan Carlos Sacco, de FAIGA, estimó que hubo 6 mil puestos de trabajo perdidos. “De talleres con 150 personas, pasamos a 20”, detalló.

Una industria golpeada los últimos cinco años, recibe esta noticia como un verdadero golpe de gracia para su continuidad como la conocíamos hasta ahora. Ojalá el Estado pueda sostener el acompañamiento.

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